Mario Bosch, presidente del Comité contra la Tortura, reiteró la necesidad de concretar esta acción y dejar de invertir en mejoras y ampliaciones en el lugar. Esta semana, el Comité presentó al gobernador un informe de su gestión.

El presidente del Comité contra la Tortura del Chaco, Mario Bosch, reiteró la necesidad de que se proceda a demoler el edificio de la alcaidía de Resistencia por considerar que su estado es “deplorable” e «inhumano». Señaló que sería una pérdida de dinero seguir invirtiendo en mejoras en el lugar.

“La situación de la alcaidía de Resistencia es realmente alarmante: está en un estado totalmente deplorable”, afirmó Bosch en declaraciones a RADIO CIUDAD. “Nosotros somos categóricos en esto: la alcaidía debe ser demolida y construirse una cárcel digna. Cualquier dinero que se gaste desde el Estado para mejorar sus condiciones es plata que se tira”, remarcó.

“Todo, absolutamente todo, es deficitario”, sostuvo Bosch. “No tienen provisión alimentaria suficiente; cuando llueve, tres días después sigue lloviendo adentro; los detenidos se encuentran en condiciones de absoluto hacinamiento, el personal policial también está en condiciones laborales de falta de seguridad y salubridad. Además existen constantes malos tratos hacia los internos”, afirmó.

“Las cárceles deben ser dignas, respetar condiciones mínimas de detención. Esta alcaidía es absolutamente inviables e infrahumanas, en el modo en el que se encuentra las personas privadas de su libertad y también para los mismos trabajadores penitenciarios”, indicó.

Reuniones.

Las declaraciones del abogado reconocido por su lucha por los derechos humanos, se dieron luego de que esta semana se reunieran los integrantes del Comité con el gobernador Jorge Capitanich. En ese encuentro, aportaron detalles de su accionar en los distintos centros de detención y propusieron soluciones para mejorar la situación de los internos.

“Abordamos el problema del incendio del 26 de julio (en la alcaidía de Resistencia), donde hubo siete internos gravemente heridos, y también hubo algunos penitenciarios con intoxicación por humo, incluso para quien desconoce el tema, el incendio no distingue uniformes. Por eso planteamos la necesidad de invertir en colchones ignífugos”, comentó.

“Tuvimos la oportunidad de plantearle todas estas cuestiones al gobernador por espacio de más de una hora, hora y media, en una reunión muy larga donde se abordaron todos los puntos”, sostuvo. “También los casos que estamos detectando de violencia estatal, en procedimientos de detención, muchos de ellos estamos recibiendo muchas denuncias vinculadas con el proceder del 911 y otros casos en comisarías, como uno muy reciente en la de la seccional sexta de Resistencia, y otros más”, afirmó.

“Hubo relevamientos de las condiciones de detención en distintas comisarías, abordamos la necesidad de un cambio muy profundo en lo que hace al sistema penitenciario y tenemos que reconocer que encontramos muy buena predisposición y receptividad. Se analizó también violaciones a los regímenes legales de detención, como restricciones injustificadas de las visitas, planes alimentarios que no se cumplen y una serie cuestiones”, expresó.

Originarios.

“Hay muchas denuncias vinculadas también a las zonas donde habitan los pobladores originarios, que son probablemente víctimas de violencia institucional cotidiana”, indicó el abogado. Y remarcó: “Estas no son cosas de que se solucionen del día a la noche pero (Capitanich) manifestó la voluntad de ir resolviendo cada una de las peticiones”, aclaró Bosch.

“En distintos casos las propuestas son diferentes”, indicó. “En relación a los presos en comisarías, lo que se plantea es la necesidad de un centro transitorio de detención y sacar a los presos de las comisarías donde no es un lugar destinado al alojamiento de reclusos. Es casi un chiste que de las comisarías que visitamos no hay riesgo de incendio por quema de colchones porque directamente no tienen colchones: los presos duermen en el piso. La solución es construir algo que reúna requisitos mínimos de alojamiento”, sostuvo. Asimismo, destacó: “Hay que reconocer que en relación al complejo de Sáenz Peña, es la primera vez en años que el Estado invierte en el sistema penitenciario”.

Bosch reconoció por otra parte las dificultades que tiene el Comité para funcionar, principalmente en relación a la falta de espacio físico. “No contamos con un lugar de referencia como para poder llevar adelante nuestras funciones, lo estamos haciendo casi en una suerte de voluntariado, porque recién el año entrante tendríamos asignación presupuestaria. No obstante tomamos este desafío, porque esta cuestión no puede esperar. Realmente a veces son bombas de tiempo desde el punto de vista social y hay que ponerle el pecho”, expresó.

 

fuente http://www.chacodiapordia.com/noticia.php?n=67839#.UDgEBdGCnGo.email