Son aproximadamente 60.000 personas las que están detenidas en las cárceles del país. De ellas, 36.000 están procesadas, pero no tienen condena. Viven hacinados, violando todas las normas internacionales. Durante el tiempo que están en prisión no reciben ningún tipo de tratamiento. Casi 42.000 volverán, después de recuperar la libertad.

La problemática carcelaria fue debatida el jueves y ayer en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán, en el I° Encuentro Regional de Ejecución Penal. «Los organismos de derechos humanos que se ocupan de la temática nos vienen señalando desde hace muchos años que la legislación argentina no respeta los estándares internacionales sobre la presunción de inocencia», explicó Sergio Delgado, ex juez Nacional de Ejecución Penal y profesor de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal de la Facultad de Derecho de la UBA, que disertó en el encuentro.

Sin tratamiento

Delgado comentó que más de la mitad de los detenidos se encuentra alojado en malas condiciones. «La prisión preventiva se extiende enormemente, por lo que si llegan a ser condenadas, estas personas ya cumplieron el tiempo suficiente para acceder a la libertad condicional o a la libertad asistida, y salen sin recibir ningún tratamiento», manifestó el disertante.

Cuerpo de seguridad

«Las provincias que tienen servicio penitenciario propio, como el caso de Tucumán, han sufrido la problemática de la doctrina de Seguridad Nacional y la militarización del servicio, hasta convertirlo en cuerpo de seguridad. En Tucumán hace la prevención primaria de los delitos que ocurren en la cárcel. Si ocurre un homicidio, se investiga primero adentro», describió.

Uno de los grandes problemas del sistema carcelario actual, de acuerdo a la visión de Delgado, es la falta de algún tratamiento para evitar la reincidencia. «Todo el mundo critica a la cárcel y seguro con razón. Hay una población importante en la cárcel que salió, pero que reincidió. Generalmente es gente que no recibió ningún tratamiento», dijo.

Los casos que tienen alguna repercusión mediática hablan de la reincidencia del hombre que gozaba de alguna salida transitoria cuando cometió un nuevo delito.

«Esa es la quinta parte de la tasa criminal de reincidencia. El 70% de los presos vuelve a la cárcel si no recibe ningún tratamiento. De los que recibieron, sólo un 20% volvió a delinquir. La tasa del Centro Universitario Devoto es del 2%. La última reforma dice que las escuelas tienen que entrar en las cárceles. La Universidad Nacional de Tucumán tiene que entrar y ofrecer alternativas», comentó Delgado.