La Corte Suprema de Chile anuló ayer de manera parcial los juicios por los que habían sido condenados dos mapuches en huelga de hambre. Se dispuso un nuevo proceso para uno de ellos y cambiar el encuadramiento del delito para el otro.

Paulino Levipán, de 19 años, y Daniel Levinao, de 18, fueron condenados en agosto por un tribunal de la localidad de Angol, en el sur de Chile, a 10 años y un día de prisión por homicidio frustrado contra el general de Carabineros Iván Bezmalinovic y su comitiva, en noviembre de 2011, y a otros 541 días por portación ilegal de arma de fuego. Ambos se declararon en huelga de hambre –y cumplieron 59 días en esta situación– en reclamo de la anulación de ese juicio y sus defensas presentaron con ese fin un recurso de nulidad, sobre el cual se pronunció ayer la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema en una sentencia unánime que fue leída por el magistrado Milton Juica, según reportaron los diarios chilenos El Mercurio y La Nación.

Levipán y Levinao están internados en el penal de Angol debido al deterioro que les provocó la huelga de hambre que vienen cumpliendo junto a otros dos presos mapuches, los hermanos Rodrigo y Eric Montoya, quienes están a la espera de ser juzgados por presunto homicidio frustrado en contra de un carabinero que resguardaba el fundo Centenario, en agosto de 2011. Los cuatro pertenecen a la comunidad Wente Wilkun Mapu, cerca de Chequenko, en una zona dominada por el conflicto que enfrenta a los mapuches con agricultores y empresas forestales por la propiedad de tierras que consideran ancestrales.

Según el diario chileno La Nación, la resolución de la Corte Suprema fue adoptada por unanimidad por los cinco integrantes de la Segunda Sala penal, Milton Juica, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Haroldo Brito, más el abogado integrante Jorge Lagos. Los ministros resolvieron anular el juicio contra Levinao por considerar que hubo “una evidente falta de fundamentación” en el fallo y ordenaron realizar un nuevo juicio. Además, dejaron sin efecto el cargo contra Levipán de homicidio frustrado y recalificaron el hecho como lesiones, rebajando de esta manera la pena otorgada por el Tribunal Oral de Angol a tres años y un día de pena remitida, con lo que el comunero podrá salir en libertad condicional. El máximo tribunal, sin embargo, mantuvo para ambos los 541 días de presidio por el delito de portación ilegal de armas de fuego, pena que para el caso de Levipán también se determinó como remitida.

Tras conocerse el fallo, ambos decidían si abandonaban el ayuno, adelantaron portavoces de los indígenas. “Nuestras demandas fueron acogidas parcialmente, pero fueron suficientes para una pena mucho más morigerada que se traduce en la libertad”, declaró al término de la sesión el abogado defensor de Levipán, Claudio Fierro. Asimismo, el abogado defensor de Levinao, Lorenzo Morales, explicó que la evidente falta de fundamentación alegada por la Corte Suprema se basa en las evidentes contradicciones entre lo que declararon en el juicio, por una parte, el general Bezmalinovic y, por otra, dos efectivos del Gope que fueron presentados como testigos. Con respecto a la continuidad del proceso judicial que se le sigue a Levinao, el letrado explicó que la parte de la condena de Levinao que se mantuvo, los 541 días, son de cumplimiento efectivo, por lo cual su representado deberá esperar el nuevo juicio en la cárcel de Angol, lo que podría ocurrir en el plazo de un mes.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, en una visita que hizo el 16 de octubre a la comuna de Ercilla, rechazó la presión de los comuneros y ratificó su acuerdo con el fallo que los había condenado y que ayer revirtió la Corte Suprema. “¿Vamos a permitir que ese intento de homicidio quede impune? La Justicia llegó a un fallo definitivo y por tanto pienso que si ellos cometieron un delito, la huelga de hambre no es legítima ni eficaz”, comentó entonces el mandatario en medio de abucheos de grupos detractores.

En tanto, otros cinco presos mapuches depusieron el martes una huelga de hambre que duró 23 días tras lograr un acuerdo con Gendarmería (guardia de prisiones) para que se los traslade desde el penal de Temuco al de Angol, a 140 kilómetros de distancia, y estar así más cerca de sus familias. En los últimos años varios indígenas protagonizaron huelgas de hambre con el fin de presionar a las autoridades con distintos objetivos, como el traslado a otros penales, la suspensión de sus juicios o la no aplicación de la ley antiterrorista.

 

fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-206312-2012-10-25.html