El comisario mayor (retirado) Oscar Ledesma confirmó ante Rosario/12 el contenido del mensaje de texto en el que indicaba que el comisario Hugo Tognoli, como jefe de Drogas, había acordado con el narco Carlos Ascaini el pago de 30 mil pesos por mes para permitirle la comercialización de drogas. El texto es una de las pruebas que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) aportó a la causa ante la justicia federal. La que recibió ese mensaje es Nilda Luques, quien tenía una hija adicta, motivo por el cual pretendía terminar con los dealers de su ciudad, Venado Tuerto. Recorrió distintos lugares hasta que el comisario mayor Oscar Ledesma le dio una lista de vendedores de droga, y el distribuidor de la zona: Ascaini, el que habría arreglado con Tognoli. La mujer confirmó ante Rosario/12 el contenido del mensaje, y explicó el contexto en el que se dió. «Hasta hace poco tuve los mensajes en el teléfono. Con toda esa información llamé a Asuntos Internos a Rosario, denunciándolos a todos, dándoles nombres y apellidos de todos los que vendían droga. Eso no salió. Por eso hablé con este hombre que me dijo que no había nada que denunciar porque había un arreglo con ese hombre, con Tognoli», recordó Luques.

El comisario Ledesma, tiene 51 años y está actualmente retirado. Ayer explicó el contexto en el que hubo este intercambio de mensajes de texto con Luques. «Conozco a la familia de Nilda Luques desde hace años, y un día que la crucé por la calle en octubre o noviembre de 2011, me hizo un comentario sobre la venta y comercialización de droga en Venado Tuerto y Villa Cañás, y menciona a estas dos personas (se refiere a Ascaini y Tognoli), versión que había llegado a mis oídos de una manera. Ella me pregunta por mensaje de texto esos dos datos concretos, es lo que dice el mensaje que envié. Quiero aclarar que cuando se publicó ese mensaje, se especulaba con que yo le informaba cómo hacer para vender drogas, y no es así. Esos datos que les di eran el rumor que se corría pero yo no investigué el tema porque estaba trabajando en Villa Constitución y no en el departamento General López. Y quedó ahí toda la cuestión.

-¿Qué le consultó Luques?

-Ella quería denunciar el tema de drogas, no sé qué otros datos más tenía. Y con buen criterio le dije que de mi promoción era el que estaba como jefe de Drogas, que era el comisario Tognoli, y lo que podía hacer es conseguirle el teléfono para que hable con él, porque comanda todo. Y ahí ella me refiere que le había llegado un comentario, el que yo chequeo y lo averiguo, y es verdad que el comentario existía, pero era un rumor.

-¿Cuál era ese rumor?

-Que se vendía droga en Villa Cañás, y que se abonaba esa cifra de 30 mil pesos por mes para hacerlo. Es lo que se decía, era un rumor. No obstante le aconsejé que fuera a hablar con Tognoli, y que si después no tenía respuesta, bueno era otra cuestión. También se comentó mucho entonces que habían trasladado al jefe de Drogas de Venado Tuerto, Fabián Armúa porque investigaba a ese señor Ascaini. Eso también pasó. Bueno, eran rumores que circulaban en la policía.

-¿En qué parte de la policía trabajaba usted?

-Estaba a cargo de la División Judiciales de Villa Constitución.

-¿Usted confirma el contenido de ese menaje entonces?

-Sí, lo que digo es que ese era el rumor, un comentario. Eso lo hice como puedo hacerlo con una madre que esté preocupada por el tema o que me consulte. Puedo orientar a cualquiera donde dirigirse. Si la señora me hubiera querido denunciar a mí la situación, hubiera llevado la misma ante el organismo que corresponda.

-¿Las denuncias contra uniformados se pueden hacer ante esa divisón judiciales?

-Sí, se pueden tomar las denuncias, y se puede hacer el trámite correspondiente, con la comunicación al juez.

-¿Cómo tomó usted ese rumor, ese comentario que circulaba entre la propia fuerza de que Tognoli cobraba 30 mil pesos por mes para permitir la comercialización de drogas a un hombre?

-En ese momento era un rumor, yo hablé en muy pocos términos con Nilda Luques, y quedó ahí. No tuve más ingerencia en el tema, y no averigüé ninguna otra cosa porque no trabajaba en General López. Nunca tuve contacto con Tognoli, porque él siempre trabajó en el norte y yo en el sur.

-Pero, ¿cómo vivía usted esa sospecha, que el jefe provincial de Drogas cobrara para permitir la venta de estupefacientes?

-No, no hice ningún análisis al respecto. No lo evalué en ese momento, porque estaba en otra área y en otra unidad regional, no en Drogas.

-¿Y cómo se siente usted como miembro de una fuerza sospechada a estos niveles?

-Es preocupante el tema porque hasta que se separa una cuestión de otra, mientras tanto se involucra a un montón de gente. Yo también me vi involucrado, por haber hecho contactos para que se comercializara drogas, cuando esa no fue mi intención.

«Desafié a la policía»

Nilda Luques, explicó a su turno por qué había decidido preocuparse por este tema: «Tengo un problema personal, mi hija es consumidora y veía que conseguía drogas como si fueran chicles. Entonces estaba desesperada, la hice tratar, pero en Venado Tuerto es un nido de droga. Caen los perejiles, y los grandes no. No hay explicación para eso. Antes de estuviera el que está ahora (Alejandro Druetta) que detuvo a ese hombre de Villa Cañás, yo fui a la radio LT 29 de Venado Tuerto y los desafié a los policías de Drogas a hacerse el antidoping. Y nadie me contestó ni me dijo ni a, porque los he visto a estos policías más drogados que los chicos de la calle. Ahora no están más, se fueron con los cambios cuando vino Druetta, porque cuando lo detuvo a esa hombre de Villa Cañas ( se refiere a Ascaini) lo culparon por unas amenazas a un fiscal, nada que ver, pero el pueblo lo pidió de vuelta y lo pusieron en su puesto.

-¿Cómo fue la consulta al ex comisario mayor Oscar Ledesma?

-Yo estaba preocupada por mi hija, y quería denunciar a todos los que vendían drogas. Me preguntaba cómo podía ser que todo el mundo sabía quienes eran los que vendían y nadie hiciera nada. Le pregunté quienes eran los que vendían drogas y él me dio una lista de gente que vendía, nombres.

-¿Cuándo ocurrió?

-Me parece que en 2012, no se bien. Hasta hace poco tuve los mensajes en el teléfono, pero perdí el chip y perdí todo. Pero lo que hice después es llamar a Asuntos Internos a Rosario, denunciándolos a todos, dándoles nombres y apellidos de todos los que vendían droga. Eso no salió. Por eso hable con este nombre que me dijo que no había nada que denunciar porque había un arreglo con ese hombre, con Tognoli.

-¿Qué le dijo el comisario Ledesma?

-Me dice que yo no podía hablar con Tognoli para denunciar, porque estaba todo arreglado.

-¿Y qué le pagaban dinero por ese arreglo?

-No me acuerdo. Estaba desesperada entonces porque mi hija se había juntado con un tipo que vendía droga, que le pegaba, la desfiguró dos o tres veces. Ahora está en Coronda. Siempre lo denunciaba a ese tipo, fui a la policía, lo detuvieron con armas, pero nadie hacía nada. Hasta que llegó este muchacho Druetta que metió presos a unos cuantos. Pero hay un error: yo nunca tuve un cabaret, era la dueña de un local que le alquilaba a un hombre que tenía un cabaret. Antes si, porque estaba en concubinato con quienes lo hacía, el que tenía la habilitación. Yo tuve ese negocio veinte años, pero nunca permitimos droga en el local. Era el Star Tree.

-Después de reunir toda la información que recolectó, ¿que conclusión sacó, que se podía luchar o no contra la venta de drogas?

-Saqué la conclusión de que no se podía combatir, incluso denuncié los lugares por donde se traía la droga. Todo el mundo lo sabe. Por eso cuando fui a la radio a discutir con los policías de drogas, les dije que sabía perfectamente que la droga llegaba en los trenes y que había pibitos esperándola con motos y se la llevaban.

-¿Hay mucha venta de drogas en Venado Tuerto?

-Sí, seguro más que en Rosario porque uno se da cuenta por los pibes drogados en la plaza, en la calle, en todos lados. Yo que estoy familiarizada sobre el estado de un pibe drogado, por ver a mi hija, me doy cuenta. Además estuve veinte años trabajando en la noche y conozco.

Aca en Venado Tuerto toda la venta la maneja «el Chango», ya no vive más acá sino que se fue a vivir a la provincia de Córdoba.

 

 

fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-36197-2012-10-28.html