Por el gigantesco tamaño de su población, territorio y economía, Brasil le lleva una ventaja a todos sus vecinos de Sudamérica. Se trata del mayor consumidor de drogas de la región. Para enfrentar la problemática, en 2006 el Estado sacó la pena de prisión para la tenencia de droga. Lo celebró mucha gente. Pero esa nueva ley – muy similar a la que por estos días se discute en Argentina- trajo resultados contrarios a los que se esperaban, comentó Pedro Vieira Abramovay, quien fue secretario Nacional de Justicia de la República Federativa de Brasil.

Vieira Abramovay fue uno de los expositores más importantes de la IV Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas, que se desarrolló este mes en Colombia. En una entrevista con LA GACETA, el profesor de Derecho de la Fundación Getúlio Vargas, de Río de Janeiro, habló sobre los desafíos que enfrentan los países de Latinoamérica en temas de drogas.

«Brasil experimentó un proceso de crecimiento e inclusión social que también tuvo su impacto en el consumo de drogas. Hoy tenemos más gente consumiendo», describió. «Ante esto, tuvimos un cambio de legislación que pretendía disminuir la cantidad de consumidores en las cárceles. Sin embargo, como no se establecieron criterios claros para diferenciar a los consumidores de los traficantes el resultado fue que en los últimos cinco años los presos por drogas aumentaron un 100%», especificó. Y añadió: «¿cuál es el criterio que la policía utiliza? Si es pobre es traficante, si es rico es consumidor».

Mientras que en 2006, en Brasil hubo 62.000 presos por causas de estupefacientes, en 2011 125.000 fueron encarcelados por el mismo motivo. «El 60 % de los detenidos tenía pequeñas cantidades de droga en el momento de ser apresados. Además, estaban desarmados y no tenían antecedentes criminales. El perfil es claramente mas cercano al de un consumidor que a del traficante. El criterio aplicado por los jueces en las condenas se basa únicamente en el testimonio del policía que hace en arresto», precisó.

Vieira Abramovay se refirió al proyecto de Argentina para desincriminalizar la tenencia de drogas para consumo personal. Criticó principalmente que no establezca cantidades precisas para determinar cuándo se está ante un usuario de drogas y cuando se trata de un traficante. «La experiencia brasileña es que los criterios utilizados son prejuicios de clase», precisó.

«La desincriminalización del consumo es un paso fundamental y necesario. Hay que dejar de perseguir al consumidor; es una persona que está enferma. Después de atravesar esta cuestión legal, las sociedades deben continuar discutiendo cuáles son las mejores alternativas para enfrentar la problemática. Por el momento no hay un modelo listo de legalización de drogas. Los primeros en apostar al cambio son los estados de Washington y Colorado, quienes recientemente aprobaron el consumo legal de la marihuana con fines recreativos. Habrá que ver qué pasa con estas iniciativas. Hasta ahora, lo que tenemos son experiencias de criminalización y el dato concreto de que son un fracaso», dijo.

Según su opinión, Argentina aún no está preparada para desincriminalizar al consumidor de drogas. «Presupone que habrá un crecimiento del consumo y le preocupa no poder responder a un aumento en la demanda de adictos», sintetizó.

 

 

fuente http://www.lagaceta.com.ar/nota/526513/policiales/legalizar-consumo-sin-criterios-claros-no-sirve.html