Hay sólo 15 grupos familiares inscriptos en el registro de Corrientes del programa “Familias del Corazón”.  El sistema no implica adopción y sólo pueden incorporarse parejas con hijos, quienes deben sortear evaluaciones.
En Corrientes son pocas las familias que se animan a inscribirse en un registro para alojar en sus casas a menores institucionalizados. Pese a ello, desde la Dirección de Minoridad y Familia aseguraron que se logró ubicar a la mayoría de los niños que están en hogares para que puedan pasar las fiestas en entornos familiares.
Los inscriptos en el programa “Familias del Corazón” son sólo una quincena y los responsables del área admiten que hace falta más gente comprometida. El sistema no implica adopción y solamente pueden incorporarse parejas que ya tengan hijos, que deben sortear evaluaciones previas.
La coordinadora del programa de la Dirección de Minoridad y Familia, Eve-lyn Yuquich, explicó a El Litoral que todas las que están inscriptas tendrán bajo su guarda a un niño para estas fiestas. “Para esta época del año, siempre intentamos ubicar a todos los menores institucionalizados. Afortunadamente, este año lo logramos y todos pasarán  Navidad y Año Nuevo en entornos familiares”, aseguró.
Sin embargo, el porcentaje de niños que son alojados a través del sistema de “Familias del Corazón” es menor. “Sólo tenemos unas 15 familias anotadas. Es una cifra muy baja y nos gustaría tener más”, admitió. El resto de los menores institucionalizados, explicó Yuquich, pasará las fiestas y las vacaciones con algún miembro de su familia, con el objetivo de favorecer el proceso de revinculación.
En los hogares hay desde bebés de pocos meses hasta adolescentes de 18 años. “Ser una ‘Familia del Corazón’ es un acto de amor muy grande y no es un proceso sencillo”, dijo la coordinadora.
En principio, deben sortear un proceso de evaluación previo, en el que se determinan las características del grupo familiar. “No es un paso hacia la adopción. Todo lo contrario, siempre se busca determinar que la familia no tenga ninguna intención de adoptar, sólo busca brindar un tiempo de contención y ayuda a un chico que lo necesita”, señaló Yuquich y recordó que uno de los requisitos es tener al menos un hijo.
“Con este programa, las experiencias siempre son muy buenas. Les hace bien a las familias y a los niños”, contó la coordinadora. Aunque la adopción no es una opción posterior a una experiencia positiva, siempre se permite mantener el vínculo y el contacto con los niños.
El plazo de albergue de un menor puede ser de hasta 90 días. “Lo que se busca es que puedan contenerlos y albergarlos para que se resuelva su situación y en esta época de fin de año, juegan un papel muy importante”, destacó.
fuente http://www.ellitoral.com.ar/es/articulo/232796/Pocas-familias-se-animan-a-alojar-en-sus-casas-a-menores-institucionalizados