La intención es sumar más ojos para la prevención del delito. El objetivo es llegar a lugares a los que hasta ahora no se podía. Para luchar contra el delito y actuar en emergencias, la Municipalidad de Tigre incorporó dos «drones», pequeños vehículos aéreos no tripulados con cámaras de videovigilancia y GPS.

Los drones, que fueron comprados a una empresa radicada en Holanda, serán utilizados para las tareas de protección ciudadana: control de tránsito y de multitudes, inspecciones de ingresos públicos y de protección ambiental, según informaron fuentes del municipio.

«Es una herramienta muy importante para la seguridad pública», sostuvo a LA NACION el secretario de Protección Ciudadana de la Municipalidad de Tigre, Diego Santillán.

Según informaron los voceros consultados, los drones son robots controlados de manera remota que transmiten en tiempo real imágenes que son tomadas durante su vuelo.

«La navegación puede ser manual con un piloto desde tierra o automática, programada mediante puntos determinados por GPS para determinadas rutas o recorridos», explicaron voceros municipales. Miden 76 centímetros, pesan 3,100 kilos y tienen ocho motores.

Los aparatos tienen un valor de 17.5000 dólares cada uno. Y, según explicaron desde Tigre, ya se usan en Bélgica e Israel, y en ciudades como Londres y Seattle (Estados Unidos).

Si bien ya comenzaron a funcionar por el distrito, oficialmente serán presentados hoy. En los próximos meses se comprarían otras cuatro unidades. Un vocero del intendente Sergio Massa le comentó ayer a LA NACION que la primera prueba de los artefactos voladores se realizó durante la disputa de los partidos de tenis entre Juan Martín del Potro y el suizo Roger Federer.

«Van a ser muy útiles, no sólo para grabar hechos delictivos y después aportar las filmaciones como prueba en la Justicia. Por ejemplo en un incendio o una inundación, donde no pueden ingresar camionetas o camiones, los drones puedan sobrevolar la zona y enviar imágenes, que pueden ser muy útiles», agregó Santillán.

CATASTRO

Santillán admitió que más adelante, los drones podrían tener otro uso, como detectar construcciones no declaradas.

Los drones comprados por la Municipalidad de Tigre tienen una autonomía de 25 minutos y alcanzan una altura máxima de 2000 metros.

Entre otras características, los drones tienen vuelo manual telecomandado, altura de vuelo ?ja, vuelo programado mediante GPS, con?guración hasta 16 puntos, despegue automático, aterrizaje y vuelta al punto de partida automáticos, función de seguimiento robotizado, sistema de aterrizaje de emergencia.

En 2009 la Agencia Federal de Ingresos Públicos había anunciado la intención de comprar aeronaves no tripuladas con el fin de verificar cosechas y construcciones en propiedades no declaradas.

«Cuando estaba en la Aduana, lo pensé para la lucha contra el narcotráfico y el ingreso ilegal de mercaderías. Pero desde que pasé a la Oncca y luego acá [por la AFIP], empecé a ver su utilidad para el campo. Los productores no te dicen lo que producen, por lo que el control tributario se basa en estimaciones», había dicho en su momento a LA NACION Ricardo Echegaray, titular de la AFIP.

Tigre ya comenzó a utilizarlos. Ahora hay que esperar para conocer los resultados..