En las dos últimas sesiones legislativas de esta semana se van a aprobar las tres leyes que complementan la entrada en vigencia, a partir del 14 de enero, de la reforma procesal penal en el Poder Judicial de la provincia. Hace cinco años se aprobó el nuevo código y ahora llegó el momento de su implementación, que básicamente consiste en un protagonismo del fiscal y la instrumentación de jurados populares. La discusión legislativa dejó elementos para observar como las miradas en torno al poder del Estado desde los sectores políticos oficialistas y opositores. «Río Negro» consultó a algunos de los protagonistas.

 

«Estoy satisfecho porque se cumplió el trabajo legislativo con un compromiso que se asumió hace cinco años cuando nada hacía prever que se podía empujar un proceso novedoso en la Argentina que después terminó siendo un modelito», dijo el presidente de la comisión de Justicia, José Russo (MPN), quien en su segunda gestión logró cerrar lo que se comenzó en la anterior.

Dijo que con el despacho a las tres leyes complementarias, se dio un paso en «la posibilidad de pensar en utopías y trabajar en un futuro mejor en la Justicia».

«Se va a inaugurar una nueva etapa en la justicia de Neuquén donde la real dimensión es recuperar esta dimensión humana que debe tener la Justicia en todos los sentidos, no solo en algunos, como aparentemente se quiere hacer ver, vamos a tener una justicia para la gente», se animó.

–¿Qué barreras hubo que derribar?

–Todas. Fundamentalmente las del prejuicio, las de pensar diferente, sentarse a plantear una utopía como el jurado popular en un país que hace 160 años le esquiva el bulto a un tribunal popular con distintos argumentos. Hay catedráticos de afuera de la provincia que apuestan a esto. Es lo más rescatable, no quedarse solamente con lo que está políticamente correcto. Mover la razón de la justicia es mover un elefante pesado.

Agradeció a los legisladores opositores que acompañaron el proceso e indicó que «no fue un problema político sino ideológico, de concepto, de argumentos basales». Mencionó a legisladores radicales y justicialistas que acompañaron a generar el código de procedimientos «novedoso y revolucionario».

«Todos los eslóganes que se habían dicho de democratizar la justicia y de ponerla en otra sintonía, se concretó acá sin escándalos y sin objeciones groseras», opinó Russo e indicó que hubo disensos pero «no por ocultar nada sino para crecer».

«Hemos cumplido», aseguró Russo al referirse a los tiempos legislativos para la sanción de las normas, la cual se efectivizaría esta semana en el último par de sesiones ordinarias del poder legislativo. Russo remarcó que la implementación de la reforma «es un proceso, marca un antes y un después en la administración judicial neuquina pero bajo una lógica paulatina, en la que tendremos que evaluar aciertos y desaciertos pero sobre todo velar por mantener en pie el espíritu de la reforma: una justicia accesible para todos» (AN).