El juez de Instrucción Pablo Ormaechea ordenó la inmediata limpieza, desinfección y ventilación del Hospital Penitenciario del penal de Devoto, y una serie de medidas de corto plazo, pero no inmediato, como el arreglo de grifería y cables de electricidad de varias salas del hospital. La orden fue dada en el marco de un pedido de habeas corpus por agravamiento de las condiciones de detención iniciado por la Comisión de Cárceles de la Defensoría General de la Nación junto con la Procuración Penitenciaria. La orden fue impartida el viernes, y ayer el mismo juez recorrió el predio y comprobó que la urgencia no figura en la agenda penitenciaria: el contenedor de basura seguía repleto, los ventiladores sin funcionar, la desinfección no se había realizado, las ventanas seguían sin ser reparadas y la comida seguía desparramada sobre las camas porque no había lugar donde colocarla.

Desde la PP y la DGN coinciden en que las malas condiciones de higiene y lo vetusto de la estructura edilicia configuran el principal problema en Devoto, en particular en el hospital. El caso se inició por denuncia de un detenido que fue internado en el hospital. Al día siguiente, las defensoras oficiales Marcela Piñero y Verónica Blanco, de la CC de la DGN y la Procuración Penitenciaria, presentaron el pedido de habeas corpus. En la denuncia citaron que muchas ventanas carecen de vidrio, con lo que al llover se mojan las camas; el contenedor de basura desborda y los desperdicios se desparraman por doquier; en algunos sectores no hay donde guardar la comida, y los internados la depositan sobre la cama; no se cambia la ropa de cama con frecuencia; la última desinfección fue realizada en septiembre; una sala no tenía electricidad; en otras dos los ventiladores no funcionaban o no los había. En esa misma sala, la 6, las instalaciones sanitarias eran deficientes, los baños perdían líquidos y la única ducha carecía del duchador, con lo que el agua corría por la pared.

Ormaechea ordenó resolver en 24 horas el funcionamiento de los ventiladores, colocar los acrílicos en las ventanas, entregar ropa de cama limpia, extraer la basura, proveer de luz artificial, desinfectar el lugar, y dio 20 días para de-sinstalar las conexiones eléctricas clandestinas y proveer de grifería los baños. Todos los plazos fueron propuestos por el SPF. Ayer, una recorrida del juzgado permitió constatar que nada de lo perentorio se había cumplido.

 

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