Pero en los últimos cinco años la situación carcelaria de la provincia de Buenos Aires se deterioró tanto como la seguridad en las calles. En los penales reina el descontrol: homicidios, abusos, apremios ilegales, malos tratos, pésimas condiciones de alojamiento y falta de atención médica son algunos de los 7098 hechos graves que registró el año pasado un relevamiento del Comité contra la Tortura. Las fugas no fueron la excepción.
Gisela Martinó, una joven madre bonaerense, es una víctima directa de esa situación caótica. Perdió a su marido porque la policía que conduce Casal actuó por lo menos de manera imprudente al tirotearse con los ladrones cuando el hombre estaba de rehén en su camioneta. Y ahora, cuando empezaba a recobrar un poco de paz luego del juicio oral, tendrá que aceptar la custodia policial que ordenó la justicia porque el desastre penitenciario se coló en su vida con un papelón: la inexplicable fuga de un penal de máxima seguridad de uno de los condenados por el crimen de su marido, a sólo una semana de la sentencia.

 

fuente http://tiempo.infonews.com/2012/07/24/editorial-81862-descontrol-y-papelon.php