En agosto de 2011, la Legislatura sancionó la ley 6859 por la cual se estableció la obligatoriedad de utilizar colchones ignífugos en todos las cárceles. La medida debería haber sido aplicada a más tardar en marzo este año.

El incendio que provocaron este jueves un grupo de reclusos de la alcaidía de Resistencia, y que dejó como saldo a 16 presos y tres penitenciarios hospitalizados, pudo ser evitado. Es que en agosto de 2011, la Legislatura provincial sancionó una ley por la cual se estableció la obligatoriedad de utilizar colchones ignífugos en todos los establecimientos carcelarios. Actualmente en la alcaidía de Resistencia, la normativa se incumple ya que todos los colchones que utilizan los reclusos son de poliuretano, altamente combustibles y tóxicos.

La Ley en cuestión es la 6859. Fue votada el 24 de agosto del año pasado y tiene sólo dos artículos. En primero establece la “obligatoriedad de utilizar colchones ignífugos en todo establecimiento que tuviere por finalidad alojar a personas privadas de su libertad”.

Mientras que el segundo determina que “la sustitución de los colchones existentes a la fecha, deberá efectuarse en un plazo de seis meses, a partir de la vigencia de la presente ley”. Es decir que en marzo de este año, esta medida ya tendría que haber sido cumplimentada.

Los autores del proyecto fueron los diputados peronistas. María Lidia Cáceres y Gustavo Carballo. En dicha iniciativa consideraron necesaria aplicar esta medida dado que las cárceles no cumplen una función de castigo sino de seguridad.

“Dados que fueran antecedentes fácticos en los que resultaren afectadas personas legalmente detenidas, en virtud de la expansión del focos ígneos generados como consecuencia de la facilidad que ofrecen los colchones tradicionales para la combustión, es preciso condicionar a todo establecimiento preestablecido para alojar detenidos al uso de colchones ignífugos”.

Los incendios de colchones de poliuretano o goma espuma en lugares de detención Cabe recordar que la combustión de los colchones de poliuretano o goma espuma liberan determinados químicos que ocasionan consecuencias trágicas en la población carcelaria y el personal penitenciario. No solo el fuego es mortal sino también y sobre todo la combustión que el fuego genera en estos colchones.

Los colchones ignífugos son apropiados para retrasar la propagación del fuego en caso de incendios y su implementación puede salvar vidas de personas cuya privación de la libertad debe efectivizarse dentro de los estándares de seguridad inherentes a los derechos humanos.

 

fuente http://www.chacodiapordia.com/noticia.php?n=66991