Jorge Barraguirre le reveló ayer a Rosario/12 los motivos por los cuales retiró su renuncia al cargo de Procurador que había anunciado con bombos y platillos disconforme con las políticas de seguridad (entre otros puntos), y en busca de nuevos horizontes económicos en el ámbito privado. La prosperidad del ofrecimiento del estudio Guglielmino se desvaneció en el tiempo (al igual que algunos pagos de clientes internacionales del estudio arbitral) mientras la decisión del gobierno nacional de desembarcar en Rosario con fuerzas federales, auxiliando al gobierno provincial parecieron convencer a Barraguirre de que estaba frente a un acto de madurez política por el que debía quedarse.

-¿Porqué se queda en su cargo?

-Sin ningún atisbo impropio de soberbia, creo que es difícil gestionar reformas estructurales a nivel institucional, cuando se trata de una persona. Pero en estos meses hubo dos episodios, dos experiencias de vida, que me hicieron tomar nota de que uno a lo mejor está puesto en este lugar no para hacer reformas institucionales, que a lo mejor un aparato institucional necesita, sino para cuestiones mucho más micro, mucho menos impactantes, pero que terminan modificando la vida de algun compañero, de alguna ciudadana o de alguien que habita la tierra con nosotros. Y eso le da sentido a uno para saber para qué está donde está.

-¿Cuáles son esos episodios?

-Los casos de Cristina Ojeda (cuya hija y nieta fueron asesinadas por un hombre que fue detenido y se fugó de la comisaría 13ª, y que finalmente fue recapturado) y de Fernanda ( que sufrió quemaduras en su cuerpo por las que acusó a su pareja). Ambas sintieron el abandono institucional, y más allá de si era o no razonable ese sentimiento, pudimos hacer un acompañamiento personal, más allá de nuestras funciones. Y los problemas se resolvieron.

-Hubo una serie de críticas de su parte a la falta de control político de la policía, y al descontrol de la fuerza, que fueron acompañadas por su anuncio de renuncia al cargo. ¿Cambió algo en este tiempo para que usted decidiera reaccionar de este modo?

-No quiero reeditar una polémica, que a lo mejor ocupé mal o tal vez no fue el modo de decirla para un Procurador de la Corte, pero me da la sensación de que hay otro clima institucional, otro clima político. Tal vez a lo mejor uno se apresuró y no estaba viendo cosas que otros estaban viendo y haciendo, pero creo que hay una madurez que permite el trabajo conjunto de los tres estamentos del estado: nación, provincia y municipio, en el tema seguridad y la lucha contra la impunidad. Creo que hay una preocupación y un consenso, más allá de las disparidades de criterio. Uno ve que hay una preocupación común, y los consensos se dan a partir del conflicto. La democracia no es ni la del consenso bobo ni la del conflictivismo puro, sino la deliberativa, en la que a partir de las distintas voces y de la pluralidad de intereses, podemos establecer una línea de acción conjunta a la que nadie socave o mine. Esto trasciende los límites de la provincia y esta era la forma en que queríamos trabajar. Creo que hay una enorme madurez de los actores políticos y esto permite que haya condiciones para que cada uno se encargue de lo que tiene que hacer. Por ejemplo: decidimos que desde el reinicio de las tareas judiciales tras la feria, en el distrito Rosario se conformaran fiscalías temáticas, principalmente para investigar los casos de violencia letal. Vamos a tomar todos los homicidios dolosos y culposos sobre todos lo que tienen actores desconocidos. Esto implica un cambio profundo y abarca a los casos que quedaron en el viejo sistema.

-Hace solos unos meses usted opinaba que había una desmanejo de la fuerza policial. ¿Se queda porque piensa que eso cambió, que hoy se conduce políticamente a la policía?

-Creo que hay una manera distinta de enfocar esas cosas con la Policía de Investigaciones, cuya conducción tiene el Ministerio Público Fiscal, está la Policía Comunitaria. Creo que es un avance importante en función de que hay otra madurez política en todos los sectores, no solo en le gobierno. Noto que ahora vamos a trabajar en capacitación de los coordinadores forenses del lugar del hecho. Esto da un marco en el cual uno se permite ser optimista.

-¿La Policía Judicial como proyecto le parece mejor aún?

-No quisiera comentar este tipo de cosas, porque sería una opinión más política que jurídica. Lo que puedo decir es que lo ideal es trabajar con consensos amplios sobre el tipo de organismos de investigación que deben asesorar a los nuevos fiscales. Pero cuanto más amplios sean los consensos legislativos sobre cómo debemos trabajar, mejor aún.

-Entre los casos que quedaron en el viejo sistema está la balacera a la casa del gobernador Antonio Bonfatti. ¿Cuál es el estado de esa investigación?

-Hay avances, pero prefiero no adelantar nada. Lo que hay que decir es que esta causa puede tener vinculaciones con otras causas. Es sin dudas una causa con implicancias institucionales, tal como la del asesinato de Luis Medina, la de un miembro de la familia Bassi o las amenazas al Ministro de Seguridad, el Secretario de Seguridad, y otros policías. Allí se está trabajando bien.

-¿Le preocupa que Ramón Machuca esté aún prófugo?

-Sí, sin dudas. Pero también hay que decir que la fiscal Nº 7 a cargo de la causa Adriana Camporini acaba de jubilarse.

-¿Del rol del juez Juan Carlos Vienna en al causa de Los Monos tiene una lectura?

-Esa causa significó un cambio en la forma en que estábamos actuando. Los fiscales en ese caso demostraron que estaban capacitados para este tipo de tareas.

-Había impulsado investigaciones enriquecimiento ilícito sobre jefes policiales como Cristian Sola, entre otros. ¿En que estado están esas causas?

-Quiero terminar lo que hemos iniciado. Y estamos bien parados, porque estas investigaciones van a quedar en el Ministerio Público Fiscal, en el viejo sistema. Puedo decir que va a haber novedades en los próximos quince días, y además remarcó que no solo vamos a ser meros acompañantes en las tareas de investigación.

-Jorge Barraguirre ¿tiene aspiraciones políticas?

-No, de ningún modo, eso me deslegitimaría y hasta violaría mandatos familiares, porque ni mi padre, ni mi abuelo que fueron ministros de la Corte jamás lo tomaron como un trampolín- concluyó.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-45073-2014-07-27.html