Luego de haber permanecido en prisión durante 14 años, primero en las viejas Instalaciones del Servicio Penitenciario de Avenida Güemes y Virgen del Valle, para luego pasar a ser uno de los primeros reclusos del Penal de Miraflores, en la jornada de ayer José Nadin Tillar (38) obtuvo el beneficio de «Salidas Transitorias», cuyo régimen establece que debe regresar todas las tardes al penal y pernoctar en ese lugar para retirarse al día siguiente.

Tillar fue condenado en 2002 a 14 años de prisión por el homicidio de Adolfo Leonardo Cuello, y en 2007 a 8 años de prisión por el violento asalto a la empresa G.M., ocurrido en 2006.

En su casa y en diálogo con El Ancasti, Tillar señaló: «Yo sé que no se puede ocultar una historia como la mía. Sé que no soy un santo, que me equivoqué en algún momento y que para cambiar uno debe emanciparse. En el caso de los internos se puede lograr a partir del gran  apoyo del gabinete de psicólogos y trabajadores sociales, de realizar capacitaciones y aprender cosas nuevas.”

Tillar se refirió al accionar de la justicia y de la policía, al señalar que, en lo concerniente al juicio por el robo a Mogetta habría estado todo armado para incriminarlo, por lo que señaló que no descarta iniciar él algún día una acción legal por «el garrón que significó pasar más años en la cárcel” por un hecho que no cometió.

Y agregó: «A raíz de estar preso me quebraron los dedos de los pies, una rodilla, me cortaron una falange de la mano izquierda, me dejaron ciego de un ojo, me tuvieron que operar tres veces de un hombro, y todo como consecuencia de maltratos y torturas. Actualmente no podría pasar un psicofísico porque estoy medicado y físicamente no estoy bien. Si no fuese que el estado me da la medicación que consumo me sería imposible comprarla”.

Señaló que pasó 14 años preso «por caprichos jurídicos y políticos”, y aseguró que en la actualidad tiene un compromiso con la sociedad y con las personas privadas de su libertad, porque considera que «el sistema en el cual vivimos es una gran máquina del mal que mueve una enorme masa de dinero y gente a partir del delito».

Fue incisivo en lo relacionado con las actividades laborales que se llevan a cabo en el Penal, sobre lo que aseveró que «hoy en Miraflores se siguen pagando 32 pesos por mes». Aseguró que en todos los años que estuvo alojado en Miraflores siempre se pagó lo mismo.

«Que a los presos les pagan 4 mil pesos es una gran mentira. El interno que no conoce algún arte u oficio con el que pueda elaborar algo para vender, para ayudar a su familia o bancarse algún gasto, no puede subsistir», agregó.

Destacó el trabajo que realizan los presos como cortadores de bloques de cemento al decir: «El negocio ahí es hacerlos cortar bloques (a los internos) porque te pagan por tanto, y es un trabajo pesado que se realiza a pleno sol».

Volviendo a su realidad actual, destacó que por lo pronto hoy piensa en «salir del penal para lucharla en libertad, para empezar de nuevo”.

Destacó que tiene varias propuestas laborales desde hace tiempo, pero que no las pudo concretar hasta el momento porque recién ahora puede gozar del régimen de salidas transitorias.

Homicidio y robo calificado

En febrero de 2002 Tillar fue condenado a 14 años de prisión por el homicidio de Adolfo Cuello -conocido en Villa Cubas por sus felonías-, que murió por un puntazo en el pecho tras una reyerta con Tillar en la Plaza de ese barrio.

En septiembre de 2007 fue condenado a 8 años de prisión por el violento asalto a mano armada a la empresa GM en 2006, donde tras golpear con el arma a la propietaria y otras personas, la justicia determinó que Tillar huyó, llevándose 20 mil pesos.