Hace años que Eugenio Raúl Zaffaroni defiende públicamente la municipalización de las policías. No sólo porque cree que es la forma de desmembrar esos “mounstruos” que en América Latina demostraron capacidad de “dar golpes de Estado, aunque sin ocupar sillones presidenciales”. Zaffaroni apuesta a las policías locales porque confía en la potencia de los Municipios; deposita en ellos la posibilidad de generar esas nuevas lógicas de conducción, de democratización y de vinculación de las fuerzas territoriales de seguridad con la ciudadanía.

Sin embargo, el ahora exjuez de la Corte Suprema de Justicia advierte que ni las viejas ni las nuevas policías pueden continuar sin representación gremial. Tal convencido está que tiene redactado su voto a favor de insconstitucionalidad de la prohibición de sindicalización de los efectivos. “Ese es el tema que me quedó pendiente en la Corte”, reconoció a 0223.

-¿El modelo de la Policía Bonaerense está agotado?

-Es una policía macro y todo lo que es macro es muy difícil de controlar. Hoy no se hacen más hospitales monstruo porque se piensa en hospitales más chicos. Igual pasa con la cárcel. Cuando la institución llega a ser macro es muy difícil de controlar, aunque uno le ponga a San Francisco de Asís de jefe. Se descontrolan los mandos medios, los mandos de abajo y se echa gente, pero esa no es la solución tampoco. Creo que el modelo está agotado en este momento. Hay que empezar a pensar en una policía más chica, con mayor inserción comunitaria. No digo que lleguemos al sheriff electo, pero sí que tenga una inserción comunitaria a través de una manifestación terciaria del Estado, del Municipio. Controlar 6 mil personas no es lo mismo que controlar 60 mil.

-¿Cuáles son los riesgos de una fuerza tan grande, casi con vida propia y relativa capacidad de ser controlada?

-Las policías tienden a autonomizarse y ese es el problema que hay en América Latina. Hoy los golpes de Estado no los da el Ejército, lo dan las policías. Que no son iguales, porque no van a sentar a un comisario en un sillón presidencial, pero sí pueden desestabilizar a cualquier gobierno.

-¿Las policías locales son buen paso?

-Si, si. Es un buen ensayo para ir transfiriendo. Pero cuidado: lo que hay que municipalizar es la policía de seguridad de calle, no la policía de investigación criminal que debe seguir centralizada. Son dos funciones totalmente distintas, dos técnicas, dos entrenamientos distintos.

-En la Provincia de Buenos Aires, los sueldos de las policías locales los garantizará la gestión bonaerense ¿Eso no es un modo de incremento del monstruo?

-Lo que habrá que hacer es empezar a transferir personal a las policías municipales. Habrá que pensarlo. Pero son un buen paso.

-¿Cuánto tiempo puede llevar? ¿Hay ejemplos?

-Ejemplos de policía comunitaria, todo Estados Unidos. Pero nosotros no copiamos la policía de Estados Unidos, le copiamos la Constitución. Nuestra policía es borbónica: de ocupación territorial, vertical, militarizada.

-En Argentina, las policías locales surgen como una necesidad. ¿Ocurre lo mismo en otros países?

-No. Estados Unidos baja la línea en América Latina de unificar policías. Ellos tienen 2.400, pero nos dicen ‘Ustedes, latinoamericanos, tengan una’. La idea que tienen es crear una especie de escuela de las Américas de Panamá para las fuerzas armadas, pero hacerlo para las policías. Tener policías unificadas sirve para hacerle la cabeza a las cúpulas y no a las 2.400. Entonces yo siempre digo ‘Hagamos lo que los gringos hacen, no lo que nos dicen que hagamos’.

-¿La policía local es una respuesta de ese poder político que no pudo encarar una reforma de la Bonaerense?

-Sí, pero es un buen paso para empezar lo otro. Ir reduciendo la otra, viendo qué personal puede pasarse. Es un paso interesante.

-¿Y no ve como un contrasentido crear policías locales, pero a su vez hacer incorporaciones masivas a la megaestructura de la Policía Bonaerense?

-El número no garantiza eficacia. Y menos garantiza eficacia con incorporaciones masivas, espasmódicas. Si la incorporación masiva depende de que se aprobó el presupuesto y hay que nombrar personal muy rápido, la selección es defectuosa. Se puede incorporar, habrá que verlo, pero no es la densidad de policía por habitante lo que garantiza eficacia.

-Pero esa parece ser la apuesta del gobierno bonaerense…

-Sí, yo no sé si hay deficiencia de densidad de policías por habitante. De alguna manera, los están seleccionando y preparando un poco mejor, pero no creo que esa sea la solución porque hay que reforzar la verticalidad interna y eso no es bueno. A la larga, el policía tiene que ser considerado un trabajador, que tenga todos los derechos de un trabajador, menos el de huelga, naturalmente. Pero el de sindicalización, participación, discusión horizontal de las condiciones de trabajo, sí. Cuanto más se amplía una institución más verticalidad se le pretende dar, lo cual se traduce en una arbitrariedad en el manejo interno. El servicio de policía es civil, no militar, por lo cual no veo ningún inconveniente en que se sindicalice. Además, creo que es inconstitucional que la policía no pueda sindicalizarse. Esa prohibición es inconstitucional

-¿Qué particularidades tendría que tener esa sindicalización?

-La de cualquier sindicato, sin derecho a huelga. Tienen que tener derecho a discutir las condiciones de trabajo, a opinar sobre la compra de materiales, a integrar comisiones paritarias. ¿Por qué no?

-¿Se está lejos?

-Es un tema que me quedó pendiente en la Corte, yo había hecho el planteo de la inconstitucionalidad de la prohibición de sindicalización de los policías, había hecho el borrador de voto, pero no llegó a circular.

http://www.0223.com.ar/nota/2015-1-13–es-inconstitucional-que-la-policia-no-pueda-sindicalizarse